La calle Reyes une la calle Maldonado y la plaza San Juan con la calle Cardenal Mendoza. Pese a sus reducidas dimensiones (apenas 8 metros de ancho) cuenta con dos aceras, un sentido de circulación y una fila de aparcamiento; siendo además una calle con mucha circulación de peatones, familias y alumnos dada proximidad del centro educativo "San José" y la Plaza de San Juan.

En el tramo final de la calle Reyes que sirve de entrada a la misma, junto a la Plaza de San Juan, se encuentra uno de los accesos y salidas del centro educativo, siendo punto de concentración a las horas de entrada y salida pero contando únicamente con el ancho de la acera existente (que comparte espacio con los usuarios del aparcamiento en línea).

Además, la existencia del aparcamiento en línea frente a la salida del centro educativo, dificulta la visibilidad de los conductores que transitan por la calle, para riesgo de los peatones.

Aunque durante la pandemia debido a la necesidad de que las familias esperaran fuera del centro educativo, la situación fue insostenible y así se puso de manifiesto en el ayuntamiento, en el curso pasado han seguido produciéndose incidencias en las entradas y salidas, y aunque en ocasiones se cuenta con la asistencia de la policía, la falta de seguridad persiste.

Por todo ello se solicita la intervención en la zona.

Teniendo en cuenta que la peatonalización de la calle o la eliminación de todo el aparcamiento en línea -aunque se trata de medidas más garantistas- pueden considerarse actuaciones de elevado coste o incompatibles con la movilidad de la zona; se propone al menos una actuación parcial que garantice la seguridad de los alumnos del centro en concreto y en general de los usuarios de la plaza de San Juan que se reúnen diariamente en esa zona.

Dicha actuación consistiría en:

- la eliminación de -al menos- las cinco primeras plazas de aparcamiento más cercanas a la plaza de San Juan y la ampliación de la acera en esa zona a la salida del centro educativo.

- la ampliación del paso de cebra, limitación de la velocidad o la señalización de la cercanía al centro educativo para que los conductores adecuaran la velocidad y acentuaran su atención en dicho punto.

La calle de La Merced sufre a diario la gran afluencia de cientos de alumnos y sus familias que acuden a los centros educativos de la zona.

El tráfico de vehículos en esta calle también es constante, y a pesar de existir un carril con limitación de velocidad de 30, los vehículos no lo respetan.

Además los dos carriles son algo estrechos y debido a la gran velocidad que alcanza algunos de estos vehículos y el poco espacio que queda para circular, hace que se ajusten demasiado a la acera derecha en dirección a la plaza de Santa Cruz, por lo que las personas que van en ese momento por la acera pueden resultar golpeadas, o aún peor, atropelladas.

Recientemente en este año hemos podido presenciar diversos incidentes que afortunadamente no han tenido consecuencias personales, sino sólo materiales, debido a que han ocurrido en horas de poca afluencia o en días no lectivos. 

Por todo esto creemos que sería adecuada la colocación de una valla de protección en la acera derecha en sentido de la plaza Santa Cruz, y que así se minimizan los riesgos para nuestros pequeños y mayores, que son nuestras familias.

No es intención solicitar la eliminación de carriles o remodelación de la vía, Tan solo sumar protección a la zona, que es puerta de entrada a los centros educativos.

En la acera de los números pares de la calle Pedro Barruecos existe un amplio soportal que enlaza y continúa con la calle Alonso Pesquera y la calle de la Merced. Sin embargo entre el número 2 y 4 se encuentra interrumpido el soportal por un muro que ocasiona que los peatones tengan que circular por la acera existente en ese punto que es escesivamente estrecha.

Urbanísticamente el soportal tiene un uso público y su continuidad está no sólo en el sentido común de todo aquel que lo usa sino también está plasmada en los Planos de Ordenación de la ciudad. Constructivamente su eliminación tampoco parece generar problemas debido a la tipología constructiva de los edificios; sin embargo la actuación en dicho muro, pese a ser la idónea y más económica no parece encontrarse dentro del ámbito de estos presupuestos.

Por todo ello, teniendo en cuenta que la actuación de eliminación del muro no parece encontrar los cauces adecuados y que:

- Además del tránsito habitual de los peatones, esa acera es paso diario de cientos de niños que se dirigen hacia las guarderías y centros escolares de la zona, con el consiguiente incremento de la peligrosidad.

- La acera además de estrecha en ese punto tiene una pendiente pronunciada hacia la calzada debido a que coinciden con dos vados, dificultando enormemente el paso de sillas de ruedas, carros o carritos de niños.

- La circulación de vehículos por esa calle, además del paso de autobuses urbanos incrementa el riesgo y la peligrosidad del paso en ese punto, ya que circulan a escasos centímetros de los peatones.

- Existen dos vados -uno a cada lado del muro- que complican más si cabe el paso de la acera por la falta de visibilidad para el conductor del coche y los peatones.

- Que las alternativas de paso para evitar ese punto son escasas, ya que no hay posibilidad de paso (pasos de cebra) hacia la otra acera de la calle, que además es también muy estrecha.

Se solicita la ampliación de la acera en ese tramo, a costa de la reducción del espacio para el vehículo y en favor del peatón y su seguridad. 

Dicha ampliación evitaría contar con un tramo de acera tan inaccesible para cualquier persona que haga uso de silla de ruedas, desplace un carro o tenga movilidad reducida.

Colocar luces ámbar de los semáforos (o señalización de alerta permitido giro a derecha/continuar) con la silueta de una bici es una forma barata, rápida y directa de incentivar el uso de la bici ya que se hace más competitivo, se mejora la visibilidad y se dota de seguridad tanto a personas en bici como a peatones ya que alertan de precaución.

Son apenas unos segundos de ventaja, pero pueden resultar vitales. 

Cuanto más coches tenga un ciclista detrás y menos delante, mejor. Es francamente difícil que los conductores le vean venir antes de tenerlo ya al lado, y en esta situación de poco valen las luces y la vestimenta que lleve para ser visto. La posibilidad de que sufrir un accidente se multiplica en esa situación.

Esta medida ya se aplica en otros países como Bélgica, Alemania y Suecia o en ayuntamientos como el de París.