La desproporción entre la anchura de la calle Paulina Harriet y la altura de sus edificios la convierten en un espacio oscuro y angosto de baja calidad ambiental. Siendo imposible modificar la estructura de las edificaciones existentes, es preciso intervenir en la modificación del viario para mitigar, al menos en parte, el impacto de la alta densidad constructiva sobre el espacio público. Se propone para ello peatonalizar toda la calle con la simple señalización vertical, de manera análoga a la empleada en la calle Regalado en su primera fase (con acceso a vados y carga y descarga en su horario). Con ello se consigue la mejora de la seguridad vial de la movilidad peatonal infanto-juvenil generada por el centro escolar de un tramo de calle, se mejora la movilidad rodada de la zona eliminando el atasco del cruce con Gregorio Fernández en los horarios escolares, se mejora la calidad ambiental general en una calle estrecha y oscura, así como se mejora la seguridad vial de la movilidad peatonal generada en la calle de San Ildefonso, interrumpida por un paso de peatones necesariamente invadido por los vehículos que salen sin visibilidad de la calle. A la peatonalización se propone sumar la reurbanización, con cargo al presupuesto de 2022, de sólo uno de los tres tramos de la calle (posponiendo la reurbanización de los otros tramos a ejercicios sucesivos). Se propone actuar en primer lugar en el tramo entre el Pº de Filipinos y la calle Juan de Juni. La adecuación debe incluir mobiliario urbano y arbolado. Se propone una alineación variable de arbolado, de forma que evite un trazado lineal que sirva de elemento reductor de la velocidad de los vehículos de carga y descarga y acceso a garajes. En ejercicios posteriores se podrá adecuar con la misma tipología de arbolado y mobiliario los dos tramos restantes. Esta propuesta de inversión cabe claramente dentro de varios de los criterios establecidos en el Reglamento de los Presupuestos Participativos, tiene un reducido impacto en la movilidad global de la ciudad y no puede ser descartado remitiéndose a futuros instrumentos de planificación de movilidad que, con los muchos años de retraso en su aprobación, supone una desnaturalización de una de las bases del programa de presupuestos participativos.

Eliminar los bordillos y diferentes alturas en las aceras y zonas peatonales, por comodidad y seguridad de los peatones. En Calle santa Maríay Plaza Caño Argales.

Con el objetivo de mejorar la movilidad y la accesibilidad, esta propuesta pretende realizar una plataforma para que el transporte público de AUVASA efectúe su parada en la calzada central (actualmente carril bus) en Plaza Fuente Dorada.

Se evitarían problemas de vehículos mal aparcados y problemas con las farolas existentes, que están a junto al bordillo y producen problemas de accesibilidad.

Se han peatonalizado en la ciudad calles del entorno del Corte Inglés o Miguel Íscar, pero se han olvidado de peatonalizar zonas del casco histórico con menor densidad de habitantes y más interés histórico artístico, como las calles del entorno de San Benito, del Patio herreriano, Fabio Neli, etc.

La peatonalización de la calle General Almirante daría continuidad a la ya realizada en la calle Francisco Zarandona. 

El tránsito entre la calle San Benito y la Plaza de los Arces puede realizarse a través de Cebadería-Val-Zapico. Y esa calle solo cuenta con 5 plazas de aparcamiento con horario restringido.

Obviamente sería necesario permitir el paso para el acceso a los vados y a CyD.