Somos conscientes de que algunos centros de titularidad municipal ya disponen de este tipo de soluciones. Nuestra propuesta consiste en la instalación de desfibriladores en TODOS los centros, edificios e instalaciones de titularidad municipal.

El coste medio de cada desfibrilador es de unos 1.200€. Una inversión muy baja, con un alto retorno: salvar una vida.

Un desfibrilador es el tratamiento más eficaz contra la fibrilación ventricular. Se estima que cada minuto que se atrase el proceso de desfibrilación las probabilidades de supervivencia de la víctima disminuyen alrededor del 10%. Después de los 10 minutos, la tasa de supervivencia es mínima.

Los centros, edificios e instalaciones de titularidad municipal del barrio de Parquesol cuentan con una gran afluencia de público, siendo varios de ellos de carácter deportivo, lo que aumenta la probabilidad de sufrir un paro cardiaco.

Una propuesta que, además de mejorar nuestro barrio, puede salvar vidas.

Reparación de un tramo de acera en la calle Padre Llanos contigua a la Urbanización Los Tomillares; hay unas cuantas baldosas, junto a la barandilla de la urbanización, que están hundidas.

Se propone cambio de localización en los bancos ubicados en la calle Manuel Azaña (Ubicación exacta en Mapa) debido a la proximidad entre los mismos.

Los vecinos del barrio de Parquesol solicitaron en múltiples ocasiones al Ayuntamiento la colocación de bancos para los viandantes que pasean por esta zona, lo que no llegamos a entender es el motivo por el cual se han situado 3 bancos a escasos 30 metros dejando el resto de la calle sin ningún banco más donde poder sentarse.

Proponemos el cambio de situación de los bancos actuales aumentando la distancia entre los mismos o la colocación de nuevos bancos a lo largo de esta zona.

Como unir por carril bici la ronda sur (Manuel Jimenez Alfaro) con la parte alta de Parquesol resultaría complicado por calle Ciudad de la Habana resultaría complicado (habría que eliminar aparcamientos, reducir aceras... sobretodo por la zona alta cerca del Mercadona), se propone un carril bici que discurra por el parque que marco en la imagen adjunta. 

Alguno dirá que hay mucho desnivel, pero se puede buscar una ruta que haga un pequeño rodeo y que la subida sea menos dura. Además con las bicis eléctricas eso no sería un problema y el que tenga una bici normal puede hacer deporte en ese tramo o bajarse de la misma.

La calle Profesor Adolfo Miaja de la Muela, debido a sus características y ubicación, es transitada por cientos de vehículos cada día, muchos de los cuales generan un ruido excesivo. Este problema afecta a una gran cantidad de vecinos que viven en dicha calle, ya que cuenta con edificios de muchas plantas. Al no tener esta calle pasos de cebra en varias decenas de metros ni radares de velocidad, tanto coches como motos circulan a más velocidad de la debida, con el consiguiente ruido que generan. El ruido es verdaderamente molesto por las noches durante las horas de descanso de la gran mayoría de las personas.  

Esta misma semana el Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado el Mapa Estratégico de Ruido de la Ciudad de Valladolid (MERVA), que puede consultarse aquí (https://www10.ava.es/portalva/apps/webappviewer/index.html?id=9d4f3f8551cd40b99accdbc1192dac65). Se puede comprobar como la calle Profesor Adolfo Miaja de la Muela aparece en color rojo, es decir, es una de las calles que más ruido tiene, provocado por el paso de los vehículos por la calzada.  

El Ayuntamiento de Valladolid cada vez está más concienciado en su lucha contra la contaminación acústica, por lo que sería necesaria la toma de medidas para reducir el ruido generado por vehículos en determinadas calles y zonas de la ciudad, de forma que se siga evolucionando y mejorando el Plan de Acción de contra el Ruido de la ciudad.

Una de las posibles soluciones es la instalación de resaltos o badenes reductores de velocidad. Desafortunadamente, esta opción no es eficaz en la lucha contra el ruido, ya que los vehículos reducen la velocidad pero el paso de los mismos por el badén genera vibraciones y ruidos muy molestos para los vecinos, como se ha demostrado en numerosas ciudades, que han tenido que dar marcha atrás y desinstalarlos.  

Por suerte, en los últimos tiempos ha surgido una solución novedosa y eficaz: los radares de ruido. Se trata de un dispositivo con un decibelímetro instalado con el objetivo de medir la intensidad del sonido y varias cámaras para identificar de dónde procede dicho ruido, emitiendo automáticamente una multa que sanciona a todas aquellas personas que circulen con sus vehículos y hayan excedido el nivel de decibelios permitido. Estos radares además pueden ser móviles, para que sea complicado identificar el lugar exacto donde se encuentran.  Barcelona ya lleva desde mayo implementando un sistema piloto de radares de ruido para detectar los vehículos más ruidosos. En Francia también llevan funcionando desde enero en 7 comunidades.  

En definitiva: la calle Profesor Adolfo Miaja de la Muela, debido a sus características, es realmente interesante para llevar a cabo la instalación de radares de ruido, un moderno sistema que lucha contra la contaminación acústica, y de esta forma mejore el descanso de cientos de vecinos, y por tanto su calidad de vida. En el futuro esta solución podrá extrapolarse a otras calles de la ciudad con el mismo problema.